Este es el encuentro de las viejas y gloriosas generaciones con los vanguardismos contemporáneos, uno es un mítico saxofonista norteamericano como lo es Pharoah Sanders, otro es un vanguardista de electrónica futurista moderna como lo es Samuel Shepherd, mejor conocido como Floating Points, y en medio de esto también aparece toda una orquesta, más específicamente The London Symphony Orchestra, todos los cuales, en conjunto, grabarían de este disco vanguardista reciente y fresco, compuesto por Floating Points.
Se dice que Sanders escucho en 2015 a Floating Points, especialmente su primer trabajo, ‘’Elaenia’’, de ese mismo año, sonido con lo que Sanders quedaría fascinado, hecho que lo haría acercarse a Shepherd, de quien se haría amigo, siendo Shepherd 40 años menor que Sanders, pero las barreras de edad no limitaron el encuentro creativo de esos artistas que pronto congeniaron y programaron un lanzamiento juntos.
Shepherd compuso la música y tocó numerosos instrumentos electrónicos y no electrónicos. Además, reclutó a la Orquesta Sinfónica de Londres para realizar los arreglos que había escrito. El álbum se grabó principalmente en Sargent Recorders en Los Ángeles, California en el verano de 2019. Las cuerdas fueron grabadas por la Orquesta Sinfónica de Londres, en AIR Studios en Londres en el verano de 2020. La orquesta incluía violines, violas, violonchelos y contrabajos. El trabajo fue publicado bajo el nombre de ‘’Promises’’, en el 2021.
El estilo del trabajo se encuentra a la altura de los participantes del mismo pero no refleja fielmente los estilos puros de cada artista, estando lejos del jazz espiritual clásico de Sanders como en su mitico ‘’The Creator Has A Master Plan‘’, o estando lejos de los sonidos estridentes eletronicos del ‘’Elaenia’’ de Floating Points. Sin dudas sí cada uno de ellos aporta su talento especial, Sanders sus icónicas líneas de saxo y Floating Points sus innovaciones en electrónica, pero de alguna manera logran crear algo nuevo con esto y no ser simplemente un refrito cómodo de estilos anteriores. ‘’Promises’’ es un disco que enaltece al vanguardismo contemporáneo y da esperanzas a los que hayan perdido la fe en la producciones modernas en comparación con antiguas épocas de la música.
Este es un ensueño donde circula la vena jazz más sutil, aplicaciones electrónicas ambientales y agregados, muy sutil, orquestales. Esos son los elementos que componen la ejecución del sonido, por lo que de antemano tenemos ingredientes atípicos que terminan conformando un sonido también atípico, único en su clase y época. Sander hace lo que bien sabe hacer, magia con su saxo, siguiendo las sutiles líneas melódicas compuestas por Floating Points que se desparraman desde una visión particular, una trama casi única, que no se modifica y que se repite en todo el disco pero que de todas formas logra tender un puente hacia visiones que plasman texturas cambiantes, es el gran misterio de este sonido, como con la repetición se logra alcanzar la gloria y el espasmo del espíritu.
Todas las ejecuciones del disco son presentadas con una minusiona sutileza, desde las aplicaciones electrónicas ambientales que suenan de fondo y plasman visiones de una ensoñación delicada, hasta las aplicaciones muy cuidadosas de Sanders en saxo, la aparición estrictamente medida y ejecutada de la orquesta que se ajusta a la idea sutil con la que todos están alineados, y por supuesto la trama principal, esa corta línea melódica que es prácticamente un fugaz suspiro que desde el minimalismo logra fijar a fuego una idea que se acrecienta en la mente y se hace carne en sensaciones indescriptibles.
Todo el sonido es un viaje por tierras de un vanguardismo nuevo, una creación de un estilo autóctono de estas épocas, que no copia nada del pasado, hace honor a la creatividad, al vanguardismo, a la fusión, la experimentación compositiva, dejando en el aire sensaciones que se inmiscuyen con el aire, no solo recorriéndolo sino que vinculándose con el mismo, un misterio que no se puede describir pero que está ahí, en las sutiles melodías.
El trabajo comienza desde la sutileza, con momentos de mínimas ejecuciones y aplicaciones pequeñas, pero sabe alcanzar momentos de mucha emotividad, especialmente cuando la orquesta realza la instrumentación, surgiendo por entre el fondo para erigirse en el protagonismo del sonido, pero no lo hace burdamente, todo está fríamente planeado para funcionar bajo una idea central, y hasta incluso la orquesta parece ‘’domada’’, por lo que también su papel en el sonido es de una sutileza total.
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