Las bandas rusas a menudo cuentan con ese carácter desafiante y vanguardista, rupturista, las pocas que pudieron surgir desde la década de los setenta en adelante, habiendo sufrido las represiones dictatoriales de los regímenes locales, los cuales reprimían a los artistas, censuraban sus producciones, además de cerrar las fronteras culturales haciendo que la música del ‘’imperio’’ no llegara al país, lo que logró que por muchos años los músicos rusos no contaran con la tan importante influencia de la música extrajera del mundo.
Sepsis fue un power trío ruso de rock progresivo instrumental surgido a comienzo de la década de los 90s. El grupo estaba compuesto por Alexei Romanov en guitarra, Alexander Berezkin en bajo y Ivan Fedenko en batería. En 1991 publican su primer y único álbum, su ‘’Liturgia de la Locura’’, nombre que declara lo que bien refleja la música, una música progresiva plagada de inventos, aplicaciones, visiones y sofisticaciones varias que hacen del sonido toda una declaración de intereses progresivos y muchas veces vanguardistas.
Se trata de una música rock de carácter progresivo muy compleja. El disco básicamente se divide en dos partes llamadas de la misma forma, ‘’Mad Cucumber Parde 1 y 2’’, representando una travesía extensa travesía instrumental progresiva cada una. Dos piezas de alrededor de veinte minutos cada una con incursiones compositivas de notable sofisticación y dinámica mientras avanzan en una andanada en arreglos e inventivas diversas que se suceden en el tiempo y el espacio, abrazando al oyente y arropándolo en ese fulgor de la sofisticación típico del progresivo.
Increíblemente el grupo solo está compuesto por un trio, un trio de notables que crearon música progresiva desde la perspectiva y visión de solo tres personas. Ya de por sí es difícil forma un power trio de rock estándar ya que al ser solo tres esto puede exigir una ejecución acertada que complete los espacios que no son completados por otros miembros, pero esta dificultad se incrementa cuando el trio hace música progresiva, estilo que generalmente es muy sofisticado y exige un nivel técnico y académico muy alto; pues bien. Sepsis alcanza con creces el nivel requerido, cumpliendo muy bien su función de composición y ejecución, con una instrumentación nutrida pese a tratarse de solo tres ejecutantes.
La instrumentación del trio consiste en batería, bajo y guitarra acústica y eléctrica. Estos tres caballeros de encargan de crear travesías de rock que durante muchos pasajes cuenta con una dosis de potencia notable, apreciendo riffs y aplicaciones de guitarra eléctrica muy acertadas y contundentes. Pero eso no lo es todo, la inventiva compositiva se completa con muchos otros elementos, en los que, por ejemplo, el sonido se sublima y recae en pasajes de calma instrumental acústica, muchas veces el juego de las composiciones es trocar entre pasajes rockeros y acústicos.
El sonido en su producción y resultado no es necesariamente virtuoso, especialmente por las guitarras muchas veces distorsionadas que aparecen y que dejan una sensación de psicodélico en el aire. El sonido parece rustico, lo cual incrementa el caldo creativo de toda la producción, que es un vergel de progresiones sucediéndose en el espacio. Si se dijera que la banda surgió a mediados de la década de los setenta, tranquilamente podría ser aceptado porque la producción recuerda mucho a los estilos progresivos más antiguos.
En su afán progresivo la banda recae en una avanzada instrumental bastante potente, y muchas veces algo disonante, alocada y hasta con aires avant prog, es por eso que se ha dicho que su estilo recuerda al estilo rupturista de Captain Beefheart. Por la complejidad se podría tender un puentes hacia las bandas clásicas del progresivo setentero, pero especialmente este sonido recuerda a estilo del rock in opposition, ya que se trata de un estilo progresivo que no repara en recaer en canciones progresivas con melodías (aunque complejas) de aire más convencional, Sepsis hace música y eso es todo, no mide su creatividad y se vuelcan en una complejidad bruta total, sin concesiones.
Si la primer parte puede llegar a sorprender por su sofisticación e instrumentación muchas veces atípica, entonces la parte dos del disco sorprenderá aún más. En esta la banda profundiza más en su locura (Madness), incrementado el carácter avant de la música con un sinfín de aplicaciones y agregados, como alocados solos, alocados ambientes, voces terroríficas y muchos momentos de desconcierto instrumental. Esta producción en su totalidad cuenta con un gran nivel progresivo y podría estar en cualquier colección de música progresiva especialmente dentro del estilo del avant prog.
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