lunes, 16 de agosto de 2021

Halper Hendrix Experiment - Szimpla Koncert (2015)

Esta es una reinterpretación instrumental a la jazz fusión de la música del gran Jimi Hendrix, tomando los temas originales del gurú de la guitarra psicodélica y alterándolos un poco de acuerdo a las visiones del grupo en cuanto a armonías, solos, extensas improvisaciones y distintas progresiones que en las sesiones van surgiendo y que enriquecen toda la producción, revitalizando el viejo repertorio de Hendrix y presentándolo de una manera totalmente distinta a la original. Aunque hay algo que sí se mantiene, y son las grandes habilidades técnicas del guitarrista ejecutante y por añadidura sus buenos solos y muy buenas inventivas compositivas a la hora del armado de las piezas.

En general las reinterpretaciones son muy respetuosas respecto a las versiones originales, es una suerte de homenaje vivo que toma la esencia de las versiones originales, respetando las correspondientes partes, estribillos, arreglos, introducciones y demás elementos, para transformarlos en una nueva cosa, chocando, por otro lado, con la duración original de las versiones originales publicadas en los discos de Hendrix, reinventándolas desde el jazz fusión hacia, en su mayoría, extensas sesiones caracterizadas por estar divididas en diversos pasajes donde los solos de cada instrumento tienen lugar, entre teclado, saxo y guitarra.

Obviamente la sección de solos e improvisaciones está muy embebida en el jazz, terreno en que los músicos se desenvuelven como viejos hechos en experiencia y conocimiento, aplicando toda su técnica y plasmándola en sesiones de ensueño técnico y de virtuosas ejecuciones. La banda se desenvuelve en una búsqueda sonora entre el jazz fusion, siendo todas las piezas del disco auténticas extensas sesiones de alrededor de diez minutos cada una.

La banda funciona dentro de un espectro de jazz fusión no esparcido en auras cósmicas y de progresiones virtuosas como las bandas provenientes de ámbitos de jazz más clásico. Aunque los músicos del grupo sí son virtuosos, se las arreglan para tomar las formas originales de los temas de Hendrix y extenderlas en sesiones, funcionando de formato extendido pero aun estando en un ámbito de canción rock, su virtuosismo está puesto al servicio de esa construcción.

La influencia del estilo de ejecución Hendrix sobre el guitarrista del grupo, líder del grupo y creador del estirpe del sonido, es clara, demostrándola ya desde la remera que lleva puesta para la foto de la portada del disco, habiendo bebido de esa fuente inagotable que es el arte de Jimi Hendrix y reflejándolo abiertamente, mostrándolo especialmente en las maneras que tiene de ejecutar los solos de guitarra, los cuales, además de contar con la evidente formación clásica jazzera, cuenta además con esas dosis de rock (y hasta blues) pentatónico, y también manifestándolo en la fiereza y rudeza con la que encara muchos de los solos en el disco.

El origen de esta banda húngara tuvo su origen en realidad en otro grupo anterior, también creado por el guitarrista László Halper, la banda Band of Gypsys Reincarnation, banda con la que Halper también grabó un disco en vivo con reinterpretaciones de temas de Jimi Hendrix en versión jazzera. Luego de esa experiencia el mismo guitarrista Halper reformaría el grupo con nuevos musicos, transformándose en la Halper Hendrix Experimenta, una excusa más para seguir experimentando por la misma senda de reversiones de canciones de Jimi Hendrix en estilo jazz fusion. En 2015 Halper Hendrix Experimenta lanza su ‘’Szimpla Koncert’’, disco grabado en vivo en Szimpla Kert, Budapest, el 28 de mayo de 2015.

Cod: #1027

domingo, 8 de agosto de 2021

The Quantic Soul Orchestra - Stampede (2003)

The Quantic Soul Orchestra es sinónimo de buen groove, buen funk, mucho sabor, y una gran dosis de exotismo soul, manejando muy bien estos estilos y creando muy buenas amalgamas y fusiones como bien la banda lo ha hecho en muchos de sus trabajos. El origen del grupo lo ubica a Will Holland como creador e ideolgo. Él había lanzado dos exitosos álbumes en ‘’Tru Thoughts’’ bajo el pseudónimo de Quantic, ‘’The 5th Exotic’’ de 2001 y ‘’Apricot Morning’’ de 2002. El siguiente paso de Holland fue crear la Quantic Soul Orchestra como un aplataforma para seguir experimentado con sonidos groove fusion, publicando un primer disco con el proyecto, ''Stampede'' de 2003.

El grupo, en este debut, liderado por Holland, maneja a la perfección del idioma groove, creando una serie de variadas amalgamas funk de todo tipo, tomando sonidos de viejas tradiciones del género y trayendo el aura vintage hasta su época, recreándolo hasta la nuevas producciones, lo cual es fácil de lograr para la banda que parece estar angelada en el groove y los sabores soul negros entre todas sus variantes y sub géneros. Este sonido es diversión asegurada, con fusiones que invitan a bailar, bailar una música que no es movida porque sí, es un mérito este groove y esta fusión, las guitarras especializadas en armonías, riffs funk y toda la banda funcionando a la perfección. Es una música bailable de calidad en el soul.

En las notas del disco se dice que "Stampede" se inspiró en los viejos y polvorientos 45 de funk y soul, influencia que es fehacientemente apreciable en el hecho de que se trata en su mayoría de piezas cortas de funk instrumental, con percusiones dinámicas y algunas líneas de viento dando vueltas por ahí. En ese sentido el disco parece haber captado muy bien la esencia de las viejas tradiciones del funk y esto es llevado hasta tal punto que el álbum es deliberadamente tosco adrede, la banda fue grabada y masterizada de tal manera para producir un sonido crudo y algo ‘’defectuoso’’, una producción no del todo clara pero que fue elaborada de esa forma apropósito para hacer de cuenta de que se trata de funk setentero, lo cual es fácil de detectar viendo que se trata de un disco lanzado en 2003, realmente captaron la esencia.

Todo el álbum tiene un ritmo muy dinámico y rápido, un groove que incita, invita a moverse, con una serie de variadas piezas cortas de funk que no se guardan nada y aportan su cuota groove al instante. El estilo de estos grooves es clásico, los instrumentos funcionan a la perfección en la recreación del estilo, transportándolo desde décadas anteriores hasta su época, y el resultado en un muy nítido y divertido sonido de funk, con elementos de jazz, inventos compositivos entre algunas texturas particulares y muy creativas composiciones en general.

La Quantic Soul Orchestra también agrega influencias de Afro Beat y Soul al sonido Funk con músicos evidentemente experimentados y talentosos para la ocasión y el desafio de crear una música funk con amalgamas de otros estilos del soul y fusiones afines. Toda una gran banda conformaba el grupo para la ocasión, con: Dave Woodhouse (Clavinet, Rhodes y Trompeta), Damian Bell (Trombón), Antonia Pheulatos (Arreglos de cuerda y violín), Lucy Holland (Saxaphone), Richard Gibbs (Batería), John Hughes (Flauta, Guitarra, Voz), una cantante de ensueño, Alice Russell, y por supuesto el propio Will Holland (Guitarras, Bajo y Percusión).

No es un disco innovador pero tampoco pretende serlo, toma muy bien las influencias de los viejos funks de los 70s y las recrea a la perfección, demostrando un nivel técnico muy alto de los músicos y el evidente talento de Holland para comandar el barco y crear texturas groove siempre frescas. En una época en la que el hip hop tomaba de viejos beats del jazz y el funk, Holland demostró que también podía hacerlo. Un sonido que demuestra que el funk está realmente vivo en el nuevo milenio.  The Quantic Soul Orchestra continuó su carrera con tres discos más, a destacar su fabuloso ‘’Tropidelico’’ del 2007, donde experimentan con un sinfín de texturas y géneros groove variados, como salsa, cumbia, jazz, y boogaloo.

Cod: #1526

jueves, 15 de julio de 2021

Floating Points, Pharoah Sanders & The London Symphony Orchestra - Promises (2021)

Este es el encuentro de las viejas y gloriosas generaciones con los vanguardismos contemporáneos, uno es un mítico saxofonista norteamericano como lo es Pharoah Sanders, otro es un vanguardista de electrónica futurista moderna como lo es Samuel Shepherd, mejor conocido como Floating Points, y en medio de esto también aparece toda una orquesta, más específicamente The London Symphony Orchestra, todos los cuales, en conjunto, grabarían de este disco vanguardista reciente y fresco, compuesto por Floating Points.

Se dice que Sanders escucho en 2015 a Floating Points, especialmente su primer trabajo, ‘’Elaenia’’, de ese mismo año, sonido con lo que Sanders quedaría fascinado, hecho que lo haría acercarse a Shepherd, de quien se haría amigo, siendo Shepherd 40 años menor que Sanders, pero las barreras de edad no limitaron el encuentro creativo de esos artistas que pronto congeniaron y programaron un lanzamiento juntos. 

Shepherd compuso la música y tocó numerosos instrumentos electrónicos y no electrónicos. Además, reclutó a la Orquesta Sinfónica de Londres para realizar los arreglos que había escrito. El álbum se grabó principalmente en Sargent Recorders en Los Ángeles, California en el verano de 2019. Las cuerdas fueron grabadas por la Orquesta Sinfónica de Londres, en AIR Studios en Londres en el verano de 2020. La orquesta incluía violines, violas, violonchelos y contrabajos. El trabajo fue publicado bajo el nombre de ‘’Promises’’, en el 2021.

El estilo del trabajo se encuentra a la altura de los participantes del mismo pero no refleja fielmente los estilos puros de cada artista, estando lejos del jazz espiritual clásico de Sanders como en su mitico ‘’The Creator Has A Master Plan‘’, o estando lejos de los sonidos estridentes eletronicos del ‘’Elaenia’’ de Floating Points. Sin dudas sí cada uno de ellos aporta su talento especial, Sanders sus icónicas líneas de saxo y Floating Points sus innovaciones en electrónica, pero de alguna manera logran crear algo nuevo con esto y no ser simplemente un refrito cómodo de estilos anteriores. ‘’Promises’’ es un disco que enaltece al vanguardismo contemporáneo y da esperanzas a los que hayan perdido la fe en la producciones modernas en comparación con antiguas épocas de la música.

Este es un ensueño donde circula la vena jazz más sutil, aplicaciones electrónicas ambientales y agregados, muy sutil, orquestales. Esos son los elementos que componen la ejecución del sonido, por lo que de antemano tenemos ingredientes atípicos que terminan conformando un sonido también atípico, único en su clase y época. Sander hace lo que bien sabe hacer, magia con su saxo, siguiendo las sutiles líneas melódicas compuestas por Floating Points que se desparraman desde una visión particular, una trama casi única, que no se modifica y que se repite en todo el disco pero que de todas formas logra tender un puente hacia visiones que plasman texturas cambiantes, es el gran misterio de este sonido, como con la repetición se logra alcanzar la gloria y el espasmo del espíritu.

Todas las ejecuciones del disco son presentadas con una minusiona sutileza, desde las aplicaciones electrónicas ambientales que suenan de fondo y plasman visiones de una ensoñación delicada, hasta las aplicaciones muy cuidadosas de Sanders en saxo, la aparición estrictamente medida y ejecutada de la orquesta que se ajusta a la idea sutil con la que todos están alineados, y por supuesto la trama principal, esa corta línea melódica que es prácticamente un fugaz suspiro que desde el minimalismo logra fijar a fuego una idea que se acrecienta en la mente y se hace carne en sensaciones indescriptibles.

Todo el sonido es un viaje por tierras de un vanguardismo nuevo, una creación de un estilo autóctono de estas épocas, que no copia nada del pasado, hace honor a la creatividad, al vanguardismo, a la fusión, la experimentación compositiva, dejando en el aire sensaciones que se inmiscuyen con el aire, no solo recorriéndolo sino que vinculándose con el mismo, un misterio que no se puede describir pero que está ahí, en las sutiles melodías.

El trabajo comienza desde la sutileza, con momentos de mínimas ejecuciones y aplicaciones pequeñas, pero sabe alcanzar momentos de mucha emotividad, especialmente cuando la orquesta realza la instrumentación, surgiendo por entre el fondo para erigirse en el protagonismo del sonido, pero no lo hace burdamente, todo está fríamente planeado para funcionar bajo una idea central, y hasta incluso la orquesta parece ‘’domada’’, por lo que también su papel en el sonido es de una sutileza total.

Cod: #1025

sábado, 3 de julio de 2021

Sepsis - Liturgy Of Madness (1991)

Las bandas rusas a menudo cuentan con ese carácter desafiante y vanguardista, rupturista, las pocas que pudieron surgir desde la década de los setenta en adelante, habiendo sufrido las represiones dictatoriales de los regímenes locales, los cuales reprimían a los artistas, censuraban sus producciones, además de cerrar las fronteras culturales haciendo que la música del ‘’imperio’’ no llegara al país, lo que logró que por muchos años los músicos rusos no contaran con la tan importante influencia de la música extrajera del mundo.

Sepsis fue un power trío ruso de rock progresivo instrumental surgido a comienzo de la década de los 90s. El grupo estaba compuesto por Alexei Romanov en guitarra, Alexander Berezkin en bajo y Ivan Fedenko en batería. En 1991 publican su primer y único álbum, su ‘’Liturgia de la Locura’’, nombre que declara lo que bien refleja la música, una música progresiva plagada de inventos, aplicaciones, visiones y sofisticaciones varias que hacen del sonido toda una declaración de intereses progresivos y muchas veces vanguardistas.

Se trata de una música rock de carácter progresivo muy compleja. El disco básicamente se divide en dos partes llamadas de la misma forma, ‘’Mad Cucumber Parde 1 y 2’’, representando una travesía extensa travesía instrumental progresiva cada una. Dos piezas de alrededor de veinte minutos cada una con incursiones compositivas de notable sofisticación y dinámica mientras avanzan en una andanada en arreglos e inventivas diversas que se suceden en el tiempo y el espacio, abrazando al oyente y arropándolo en ese fulgor de la sofisticación típico del progresivo.

Increíblemente el grupo solo está compuesto por un trio, un trio de notables que crearon música progresiva desde la perspectiva y visión de solo tres personas. Ya de por sí es difícil forma un power trio de rock estándar ya que al ser solo tres esto puede exigir una ejecución acertada que complete los espacios que no son completados por otros miembros, pero esta dificultad se incrementa cuando el trio hace música progresiva, estilo que generalmente es muy sofisticado y exige un nivel técnico y académico muy alto; pues bien. Sepsis alcanza con creces el nivel requerido, cumpliendo muy bien su función de composición y ejecución, con una instrumentación nutrida pese a tratarse de solo tres ejecutantes.

La instrumentación del trio consiste en batería, bajo y guitarra acústica y eléctrica. Estos tres caballeros de encargan de crear travesías de rock que durante muchos pasajes cuenta con una dosis de potencia notable, apreciendo riffs y aplicaciones de guitarra eléctrica muy acertadas y contundentes. Pero eso no lo es todo, la inventiva compositiva se completa con muchos otros elementos, en los que, por ejemplo, el sonido se sublima y recae en pasajes de calma instrumental acústica, muchas veces el juego de las composiciones es trocar entre pasajes rockeros y acústicos.

El sonido en su producción y resultado no es necesariamente virtuoso, especialmente por las guitarras muchas veces distorsionadas que aparecen y que dejan una sensación de psicodélico en el aire. El sonido parece rustico, lo cual incrementa el caldo creativo de toda la producción, que es un vergel de progresiones sucediéndose en el espacio. Si se dijera que la banda surgió a mediados de la década de los setenta, tranquilamente podría ser aceptado porque la producción recuerda mucho a los estilos progresivos más antiguos.

En su afán progresivo la banda recae en una avanzada instrumental bastante potente, y muchas veces algo disonante, alocada y hasta con aires avant prog, es por eso que se ha dicho que su estilo recuerda al estilo rupturista de Captain Beefheart. Por la complejidad se podría tender un puentes hacia las bandas clásicas del progresivo setentero, pero especialmente este sonido recuerda a estilo del rock in opposition, ya que se trata de un estilo progresivo que no repara en recaer en canciones progresivas con melodías (aunque complejas) de aire más convencional, Sepsis hace música y eso es todo, no mide su creatividad y se vuelcan en una complejidad bruta total, sin concesiones.

Si la primer parte puede llegar a sorprender por su sofisticación e instrumentación muchas veces atípica, entonces la parte dos del disco sorprenderá aún más. En esta la banda profundiza más en su locura (Madness), incrementado el carácter avant de la música con un sinfín de aplicaciones y agregados, como alocados solos, alocados ambientes, voces terroríficas y muchos momentos de desconcierto instrumental. Esta producción en su totalidad cuenta con un gran nivel progresivo y podría estar en cualquier colección de música progresiva especialmente dentro del estilo del avant prog. 

Cod: #1024

sábado, 24 de abril de 2021

Catherine Lamb & Johnny Chang - Viola Torros (2018)


Este es un trabajo de reconstrucción (o presunción) histórica llevado a cabo por Catherine Lamb y Johnny Chang, dos músicos que interesados en la figura y vida de la artista Viola Torros, comenzaron a seguir sus rastros, sus evidencias, su historia, su sutil legado plasmado en grabados antiguos y otros restos, para así tratar de reconstruir lo que fue su música. No se sabe a ciencia cierta quien fue Viola Torros, hay muchos indicios que marcan que fue una compositor y música proveniente de familias de intelectuales y filósofos dedicados al arte y la poesía. Se dice que nació y vivió en el período védico tardío, especialmente en Europa Central, alrededor del 1050 d. C., y que tuvo injerencia en su momento como una música con cierto renombre. Cuando era una joven adolescente Torros comenzó a vagar grandes distancias, buscando lo desconocido o lo que no podía ser determinado o contextualizado con precisión. Se han encontrado rastros de su temprana presencia tan al este como la actual Mongolia, tan al sur como Mauritania y tan al oeste como Francia.

Catherine Lamb habla en una entrevista sobre la experiencia y origen de esta música: ‘’El verano que llegué a Berlín, comencé a reunirme con Johnny en temas relacionados con la música y él comenzó a mencionar a una compositora de la que estaba aprendiendo, llamada Viola Torros. No entendí muy bien quién era hasta que empezamos a hablar sobre ella y la música que debía haber estado haciendo, y cómo podría haber sido su vida. Comenzamos a buscar sus fragmentos y los colocamos juntos, discutiendo lo que podrían estar indicando. Pronto quedó claro que no estábamos completamente seguros de su origen, ni siquiera de su período exacto de existencia, o dónde podría haber estado, o qué la habría influenciado. Creo que ambos empezamos a darnos cuenta de que había muchas incógnitas sobre ella. Sabíamos que ella existía, esta no era la pregunta para nosotros pero cómo todos estos fragmentos que estábamos encontrando hicieron lógica juntos y se convirtieron en nuestro trabajo. Desde entonces creo que hemos estado cuestionando muchos aspectos elementales de la música clásica, en nuestra búsqueda por encontrar los puntos nodales de sus exploraciones musicales. Obviamente, nos acercamos a la investigación con nuestros propios filtros o entendimientos, pero creo que hemos encontrado pequeñas aberturas hacia otras percepciones que podrían haber sido suyas. Parte del trabajo es que es importante imaginar una realidad diferente en el proceso. Cuando comenzamos a sonar los fragmentos por primera vez, estábamos mirando sus diversos materiales melódicos y viendo cómo parecían siempre coexistir con otros elementos que parecían contrarios a esos materiales. Así que recuerdo que estábamos sonando un tono juntos al principio, tratando de encontrar dónde las articulaciones de ese tono sugerían una melodía.’’ 

Johnny Chang: ‘’El trabajo en curso con Catherine en la presentación de fragmentos de Viola Torros ha sido una experiencia muy enriquecedora. A menudo, el proceso que hemos adoptado se parece bastante al de la arqueología experimental. Por ejemplo, se determina un área geográfica a través de la cual Viola T. pudo haber viajado, de la cual se extraen y referencian materiales musicales relevantes. Desde este punto de partida, podrían deducirse salidas creativas plausibles de Viola Torros, que luego se actúan o actualizan.’’

 ‘’Viola Torros’’, lanzado en 2018, es un disco doble compuesto por dos propuestas del mismo estilo pero de diferente índole, divididas respectivamente en los dos discos que componen el trabajo. El primer disco está dedicado exclusivamente para dos extensas composiciones de alrededor de cuarenta minutos cada una, dos exploraciones compositivas recreadas a través de una suerte de reconstrucción arqueológica con la que se logró recolectar ciertos fragmentos de la música supuestamente original de Viola Torros, fragmentos que se utilizaron uniéndolos como forma de ubicarse lo más fielmente posible a cómo podrían haber sido compuestos y predispuestos originalmente por la autora y en base a ello, Lamb y Chang, crearon (o recrearon) una serie de dos composiciones de profundas implicancias teóricas y suntuosas búsquedas de rastreo histórico y reconstrucción cultural, quedando como resultado un sonido supuesto, surgido del imaginario de estos músicos que, desde la visiones de la actualidad, reunieron los rastros y reconstruyeron una música perdida en el tiempo.

El resultado musical de esta experiencia es un sonido compuesto exclusivamente por el sonido del dúo de violas ejecutadas por Lamb y Chang, dos expertos en la materia de músicas vanguardistas académicas con exploraciones de interacción de tonos, contrapuntos, y experimentación con armonías y melodías, por lo que parecen ser los indicados para recrear esta música que es tan simple como la ejecución de dos viola al unísono interpolándose entre sí pero tan compleja como una extensa sesión de cuarenta minutos con exploraciones instrumentales tejidas con tonos superpuestos y contrapuestos en un juego a dúo por los músicos para crear una extensa red armónico-melódica de aire minimalista que intenta recrear algunas de las experiencias perdidas del vanguardismo en la etapa pre clásica; producto de la una profunda investigación histórica que obtuvo visiones significantes de fuentes actuales como de fuentes históricas de supuestas influencias étnicas que Viola Torros pudo haber tenido en su experiencia artística hace mil años atrás.

El segundo disco de este trabajo está compuesto también por dos piezas, pero esta vez repartidas en la autoría, la primera de ellas es ‘’Citaric Melodies III’’ (ejecutada por Suidobashi Chamber Ensemble y grabada en Tokio el 19 de Febrero de 2018) de Johnny Chang, y la segunda es ‘’Prisma Interius VI’’ (grabada en Berlín el 26 de Octubre de 20017) de Catherine Lamb. Siguiendo la línea plasmada al comienzo de la obra, los autores se reparten esfuerzos y continúan en un minimalismo instrumental, de sutil ejecución y plasmado en piezas de muy extensa duración que intentan desafiar la noción convencional de armonía y tempo y se despliegan en extensas composiciones, esta vez no solo interpretadas por violas sino apareciendo otros instrumentos como algunos instrumentos eléctricos como guitarras y sintetizadores; de todas formas la instrumentación continua siendo totalmente minimalista, a tal punto que no se logra detectar fácilmente de qué instrumentos se trata, cuál es su función y tampoco se puede escuchar a dichos instrumentos eléctricos sonando de la manera convencional cual la conocemos en el común popular sino que continúan siendo ejecutados en formas tímbricas minimalistas y delicadas, quedando la identidad de cada participante sutilmente disimulada en un sonido irreconocible y poco común para el convencionalismo académico.

Johnny Chang recuerda sobre sus composiciones: ‘’En el caso de Citaric Melodies , los músicos reciben algunos principios rectores, que se refieren específicamente a la flexibilidad individual. Las pautas son menos limitantes, sino más bien una invitación a considerar (y reconsiderar) la propia toma de decisiones con respecto a la creación de melodías, así como la escucha interactiva y la interpretación receptiva entre los intérpretes. Durante este proceso, surgieron muchas más preguntas, de las cuales hicimos ciertas y procedimos según fue relevante para los arreglos en los que estábamos trabajando: ¿Qué constituye una melodía? ¿Cuáles son los requisitos mínimos de tono (o rítmico) de una melodía para que salga a la superficie y se perciba como tal, “melodía”?  ¿O es necesario algún requisito?’’

Catherine Lamb sobre su proceso de grabación: ‘’El sonido del sintetizador lo generan los micrófonos y los filtros. Lo ideal es que los micrófonos estén situados en el mismo entorno (o vecino) al que están escuchando los micrófonos, de modo que dondequiera que se produzca el material musical, el micrófono esté escuchando directamente afuera al mismo tiempo. Dependiendo del espacio particular y la situación donde se lleva a cabo la actuación, este concepto a veces ha sido cuestionado. Por ejemplo, en espacios muy aislados, o espacios sumergidos dentro de edificios que están bastante separados del mundo exterior, ha habido ocasiones en las que he tenido que utilizar grabaciones relativas para el sintetizador. Pero creo que es importante que todavía exista alguna correlación con el espacio de escucha. Entonces, por ejemplo, la grabación debe realizarse cerca del espacio de actuación, o en un momento similar, o dentro de la memoria del oyente, de alguna manera. Encontrar la atmósfera circundante. Mi pregunta con el sonido exterior es cómo examinar nuestros límites con respecto a la escucha filtrada, o hasta dónde podemos filtrar nuestro entorno y encontrar un hilo infinito. De modo que si uno escucha un avión en el aire, esta curvatura se corta directamente, al mismo tiempo, en el sonido del sintetizador. De esta manera, lo que esté escuchando el micrófono se filtra directamente en el material de la pieza musical, encajando espectralmente en, en este caso, lo que está haciendo Johnny.''

Cod: #1022

martes, 20 de abril de 2021

The End - Svårmod Och Vemod Är Värdesinnen (2018)

Este es un trabajo experimental que toma un poco de aquí y de allá: jazz de vanguardia, rock alternativo, ruido, sumado a los excelentes ejecutantes y cantante que componen la agrupación, para dar vida a un sonido que no es algo nuevo a esta altura pero que sí es una experiencia asombrosa para sumergirse y explorar el ingenioso mundo sonoro propuesto, con varios momentos afortunadamente desconcertantes, sonidos y ruidos combinados entre algunas texturas y estructuras por momentos complejas, y como ingrediente especial la tan particular voz de la cantante experimental etíope Sofia Jernberg, quien demuestra todo su repertorio entre voces habladas, cantos de diferentes intensidades, y algunos momentos de técnicas vocales irreconocibles que se cohesionan muy bien con el resto de la banda y enriquecen la experiencia sonora del álbum. Ella se encuentra a la altura de la ocasión y haciendo uso de sus repertorios técnicos, por momentos desconcertantes, puede aplicar su voz como un instrumento más a la altura de la extravagancia general de la instrumentación.

No hay realmente una etiqueta que pueda signar esta experiencia, hay riffs que provienen del rock, aplicaciones y líneas que recuerdan al jazz, hay un aire progresivo en muchos momentos, hay ruido, y también hay mucha experimentación volcada en piezas de desconcierto general pero aunadas de manera formidable y no caótica. Toda la experiencia musical del disco representa una búsqueda alternativa por tierras algo oscuras que se extienden en piezas de gran participación instrumental en las diferentes fusiones que proponen.

Hay un par de piezas aquí que son realmente extensas, de alrededor de catorce minutos cada una, por lo que la relación con lo ‘’progresivo’’ se tiende de inmediato, no siendo seguro que lo sea pero de todas formas son momentos en los que la banda se aboca a exploraciones sonoras en extensas sesiones donde ocurre realmente de todo y exploran un sinfín de intensidades entre ruidos, líneas de saxo, cantos dulces y diversas estructuras, emprendiendo un viaje de transito por tierras oscuras y perversas. 

El cariz de esta propuesta roza lo gótico y oscuro pero este carácter es solventado por instrumentaciones rápidas y frescas, con ruidos no difíciles de escuchar y vanguardismos que enaltecen la propuesta y la sacan de lo rotundamente sombrío, volviéndose un trabajo con su propia luz y su propio misterio. Hay un exotismo que se puede apreciar especialmente en las piezas más extensas donde se sumergen en ambientes creados de pequeños vanguardismos y grandes experimentos y en los que alcanzan momentos inesperados pero entendibles teniendo en cuenta el calibre creativo que surge ya desde el primer momento. 

El trabajo comienza con una pared de ruido, puro y duro, al que se le agregan algunos instrumentos para comenzar una estructura, pero ese comienzo en una declaración de intenciones, utilizando el ruido como un elemento más en la fusión de ideas y en la puesta sonora general, no llegando nunca a desbordarse, sonido al que manejan de buena manera para que funcione como conector y como aglutinante de las estructuras.  La perpetua oscilación entre instrumentos obsecuentes a su propia propuesta da vida a un aura sonora tanto vanguardista como rockera y jazzera, pero quedando estos elementos ahogados en un todo que nos anuncia que habrá muchos momentos para explorar y experimentar.

Ellos parecen sonar como un avezado colectivo vanguardista y en parte lo son ya que dos de sus miembros (Mats Gustafsson y  Sofia Jernberg) son parte a la vez de otra banda como la flamante Fire! Orchestra, por lo que tenemos espiritus inquietos interesando en la fusión y la experimentación. The End es un supergrupo construido alrededor de los saxofonistas Mats Gustafsson (The Thing, Fire! Orchestra) y Kjetil Møster (The Core, Møster!), con la guitarra de Anders Hana (Moha !, Ultralyd), la fuerza implacable del baterista Greg Saunier (Deerhoof) y superpuesta con la pura emoción vocal de Sofia Jernberg (Fire! Orchestra). Su inquebrantable debut fue lanzado en 2018 por el sello RareNoise, ‘’Svårmod Och Vemod Är Värdesinnen’’ (un título cuya traducción aproximada del sueco podría decirse como ‘’La melancolía oscura y la tristeza son sentidos para ser valorados’’).

Cod: #1020

lunes, 19 de abril de 2021

Abraxasaxophonic - Smooth Jazz Vagina (2001)


Arrington de Dionyso (4 de enero de 1975) es un particular personaje (saxofonista, cantante) del under norteamericano con una interesante carrera. Arrington estableció la banda Old Time Relijun en Olympia, Washington, Estados Unidos en 1995, grupo que lanzó ocho discos en el reconocido sello independiente ‘’K Records’’ de Calvin Johnson y realizó una extensa gira por América y Europa durante los siguientes quince años.

‘’Smooth Jazz Vagina’’ es el primer y único álbum de Abraxasaxophonic, un pseudónimo no tan secreto con el que se presentó eventualmente Arrington de Dionyso para este proyecto donde experimenta con sonidos alterados y presenta un ingenioso invento consistente en él mismo tocando el saxo, con el sonido distorsionado, sobre un audio de radio en vivo en la que el locutor presenta al ‘’smooth jazz’’, presentación con la que van apareciendo algunas canciones irreconocibles ya que ese audio de radio también está alterado y distorsionado, por lo que nada se logra comprender realmente.

Este es un invento extraño, desconcertante y atípico, donde el saxofonista deja sus eclécticas líneas improvisadas en un estilo de libre ejecución, similar al free jazz salvo por el hecho de que en esta oportunidad no se trata de una banda la que acompaña al músico sino, como se dijo antes, sonidos distorsionados de radio; al combinación entre estos dos elementos, en estados alterados, crea una sensación de incertidumbre, incongruencia, en la que nada tiene sentido salvo por que el smooth jazz suena de fondo 

Solo los tracks 1 y 2 son parte del lanzamiento original, los tracks de 3 al 7 son bonus tracks. Por lo que tenemos un trabajo originalmente de corta duración, aunque el sonido no necesita de más tiempo para demostrar que se trata de algo totalmente fuera de lo común, incluso puede sonar difícil de escuchar dentro del ámbito mismo del free jazz que, dentro de espectro, con instrumentaciones convencionales suena más coherente, pero Smooth Jazz Vagina no espera nada de nadie. Este extraño artefacto fue lanzado por el sello discografico N.G.W.T.T. (siglas que en inglés significan "Nada se pone peor que esto"), eso lo dice todo; lanzado en el año 2001.

Otra particularidad de este delirio sonoro es que, en medio de este ambiente descocido, aparece la voz de Arrington de Dionyso pero de forma también atípica. Sobre el final de la segunda pieza que componía el lanzamiento original aparecen algunos cantos guturales que recuerdan a los cantos de monjes en culturas originarias asiaticas, reflejando que el artista maneja una técnica de canto particular, un particular detalle que dura realmente poco pero que no sorprende dentro de tanta extravagancia.

La primera mitad de los temas bonus presenta varias piezas cortas grabadas en la misma época (algunas que suenan como fragmentos de piezas de Old Time Relijun, otras más en línea con el trabajo en solitario de Arrington), con la segunda mitad extraída de su obra maestra, "Slow Dancin 'Under the Moon Tonight ", sobre lo que el autor dijo: "... se grabó en algún momento de 2010 utilizando el software Songsmith". Es uno de los álbumes más insoportables y abrasivos jamás hechos por Arrington de Dionyso.

Cod: #1019